miércoles, 27 de noviembre de 2013

Yo quiero ser abogada porque...

De nuevo inmersa en un proceso de selección de abogados en una compañía que bien pudiera ser denominada "La Cola-Cola del Derecho", con los nervios propios de quien ha participado en una primera fase en la que han sido evaluadas tus capacidades psicotécnicas, el dichoso inglés, tus conocimientos mercantiles y fiscales y, lo mejor, tu capacidad de auto crítica, me encuentro esperando la llamada (desde la aparición del whatsapp en mi vida el sonido del móvil nunca había estado activado durante tantas horas seguidas), el mail (refresh continuado) o la señal de humo en la que me invitan a participar en la segunda fase. Recursos Humanos. Tell me about yourself.

Mientras tanto, reflexiono. 

Suena el teléfono. Es mi madre. Hablamos un rato y después me pasa con mi hermano Alex. El pequeño de 4, el de diez años. Un tío listo. Autor de frases como "la vida no es saber, la vida es aprender" y quien de mayor quiere ser profesor de Conocimiento del Medio porque le gusta aprender cosas curiosas. 

Alex, después de contarme sus habituales batallitas del cole me pregunta sobre lo que yo estaba haciendo en en el momento en el que me han llamado, y le digo: Pues estaba reflexionando. -"¿Sobre qué?" -pregunta- y le contesto: "Estaba reflexionando sobre por qué quiero ser abogada", y le explico que estoy a expensas de una entrevista con el responsable de recursos humanos de una compañia muy importante, que ese es el motivo por el que me estaba planteando estas cuestiones tan trascendentales y aprovecho para preguntarle su opinión.

Alex me da una lección.

Me dice: "Mira nena, yo no sé por qué quieres ser abogada, pero te doy dos consejos. Primero, que no digas las cosas típicas que dice todo el mundo, tipo: "para defender a los clientes", "por la justicia"etc. Y segundo, el otro día en la clase de Ciudadanía nos dijeron que cuando nos pregunten cualquier cosa la respuesta tiene que ir acompañada de un por qué, de una motivación. Así que, si piensas decir que te gusta defender a las personas tienes que explicar también el por qué te gusta hacerlo".

Y reflexiono. Yo quiero ser Abogada por una cuestión de esperanza, tenacidad y egoísmo. El por qué, más adelante.




martes, 6 de agosto de 2013

"La solita" Idiotez: por Fiódor M. Dostoievski

Merece la pena dedicar unos minutos a leer la siguiente reflexión, plasmada por Dovstoievski en su libro "El Idiota", sobre el individuo y la sociedad. Como si de un verdadero clarividente se tratara, describe con asombroso detalle la sociedad actual. Nos habla de políticos, de estafadores, de rebaños de personas o, si se prefiere, de la sociedad ovina, de la administración pública, del exceso de funcionariado y de su escasa practicidad, y del mal porvenir de las ovejas de color inadecuado (ovejas negras, verdes, rosas, amaríllas, narajas ...)


"La gente se queja sin cesar de que en nuestro país no hay hombres prácticos; de que políticos, por ejemplo, hay muchos, también hay muchos generales, y administradores pueden encontrarse ahora cuantos se necesiten de la clase que sea, pero no hay hombres prácticos. Por lo menos todo el mundo se lamenta de que no los hay. Se dice incluso que en algunas líneas de ferrocarril carecemos de buen personal; no hay manera, dicen, de organizar una administración más o menos tolerable en una compañía de navegación. Se nos cuenta que en alguna línea nueva de ferrocarril ha habido un choque de trenes o se han hundido unos vagones al cruzar un puente; escriben que en tal lugar por poco ha de invernar un tren en un campo de nieve: el viaje debía durar unas horas y el tren ha permanecido cinco días bloqueado en la nieve. En un lugar miles y miles de puds* de mercancía se están pudriendo durante dos o tres meses en espera de la orden de envío, y en otro lugar, según cuenta (hasta resulta increíble), un administrador de ferrocarriles, es decir, un factor, al empleado de un mercader que no lo dejaba en paz para que diera salida a unas mercancías, en vez de la salida le administró los dientes de un puñetazo, y encima explico la acción administrativa alegando que se había "acalorado un poco". Según parece, son tantos los puestos en los servicios del estado que hasta da miedo pensarlo; todo el mundo ha servido, sirve o tiene la intención de servir en la administración pública, de modo que, al parecer, ¿cómo no se ha de llegar a constituir con semejante material una buena administración de una compañía de vapores?
A veces se da a esta pregunta una respuesta muy sencilla, tanto que hasta no se llega a creer la explicación. Es cierto, se dice, que en nuestro país todo el mundo ha servido o sirve a la administración pública y así se viene haciendo desde hace doscientos años según el mejor modelo alemán de bisabuelos a bisnientos, pero los funcionarios del estado son precisamente quienes menos sentido práctico poseen, y se ha llegado al extremo de considerar hasta hace poco tiempo y hasta entre los propios funcionarios que el saber abstracto y la falta de conocimientos prácticos constituyen poco menos que virtudes máximas y una recomendación. De todos modos en vano nos hemos puesto a hablar de los funcionarios, de quienes en realidad queríamos hablar es de los hombres prácticos. Al respecto ya no hay duda de que la timidez y la carencia total de iniciativa propia siempre se han considerado entre nosotros, y todavía hoy se consideran, como el rasgo capital y mejor del hombre práctico. Mas, ¿para qué culparnos solo a nosotros mismos caso de que ese parecer se tome como una inculpación? La falta de originalidad en todas partes, desde que el mundo es mundo, se ha considerado siempre como la primera cualidad y la mejor recomendación del hombre activo, eficaz y práctico, y por lo menos el noventa y nueve por ciento de los individuos (realmente por lo menos) han sido siempre de este parecer, y a lo sumo el uno por ciento ha visto y ve las cosas de otro modo.  
Casi siempre los investigadores y los genios al comienzo de su actividad (y con mucha frecuencia también al final) han sido considerados por la sociedad como unos tontos, tal es la observación más rutinaria, demasiado conocida de todos. Si, por ejemplo, durante decenas de años todo el mundo colocaba su dinero en el banco de préstamos y se acumularon en él miles de millones al cuatro por ciento, es lógico que cuando eso no fue posible y todos tuvieron que actuar según su propia iniciativa, la mayor parte de dichos millones tuvieron que perderse irremisiblemente en la fiebre de la especulación con las acciones de la sociedades anónimas y en manos de los estafadores, así hasta lo requerían la decencia y el decoro. Precisamente el decoro; si la decorosa timidez y la decente carencia de originalidad hasta ahora han constituido entre nosotros, según la opinión general, una cualidad inseparable del hombre eficiente y honesto, resultaría en verdad demasiado deshonesto y hasta inconveniente cambiar así de pronto en demasía. ¿Qué madre, por ejemplo, llena de amor por su criaturita no se asustará y no enfermará de miedo si su hijo o hija se sale por poco que sea del carril? No, que sea feliz y viva en la abundancia sin originalidad, piensa toda madre al acunar a su hijo. Y nuestras niñeras, al arrullar a los críos, salmondian y canturrean desde los tiempos más remotos: "¡De oro vestirás, a general llegarás!" (...)" DOSTOIEVSKI, Fiodor M., El Idiota, 1868

*Un pud=16,3 kg

lunes, 8 de abril de 2013

Compendio Misceláneo

Si es que soy un desastre.  En el último año habré empezado unas diecisiete fichas con títulos tipo: Miscelánea; Nuevas Palabras; Diccionario de expresiones curiosas; New Words; Diccionario de...; Diccionario (a secas); Varios; Palabras Italianas; Vocabulario sobre Convenios; Expresiones Jurídicas,... etc. Huelga decir que la ficha que cuenta con un mayor número de palabras o expresiones tiene a lo sumo... tres o cuatro... . Si es que soy un desastre.

Hasta hoy. 

Bienvenidos a mi nuevo "Compendio Misceláneo"

En él recogeré, desde hoy y hasta que me olvide de su existencia y/o vuelva a caer en la tentación de diseñar una nueva ficha conunnombresupermono, #le piccole cose que habitualmente venía recogiendo en mis adorables fichas de cartón*. 
  
And the first word is...

BUNDESRAT: Es el Consejo Federal alemán, órgano de representación de los dieciséis Estados Federados de Alemania cuya sede se encuentra en la antigua Sala de los Señores de Prusia en Berlin. Es un órgano constitucional federativo y legislativo, lo que coloquialmente se conoce como Cámara Alta. Según la Constitución alemana oficialmente no es parte del Paralamento federal.

Entre sus funciones se encuentra la de aprobar, rechazar o sancionar las Leyes federales que afectan a las competencias de los estados federados. Además, sus miembros son nombrados por los Gobiernos de los estados federados.
















* Como soy un desastre no esperéis que agrupe, sitematice u ordene los nuevos conocimientos adquiridos en categorías. No nos engañemos, eso no sería propio de mí.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

GRACIAS PEPE

"¿Ves? eso es lo que me gusta, que al final te has ido con una sonrisa" cit.

Tengo la impresión de que estamos mal acostumbrados a recibir (si hay suerte) palabras y gestos de falsa complicidad como respuesta a los gritos ahogados de auxilio que siguen a la manida coletilla del "¿qué tal?"

Entiéndase "mal acostumbrados" en el peor sentido de la expresión.

Gracias Pepe por enseñarme a concluir sin rodeos y a buscar la inspiración en los eruditos. Pero, sobre todo, gracias por hacerme sonreír cuando "las negras mariposas" aleteaban a mi alrededor.









viernes, 17 de febrero de 2012

EL MIÉRCOLES PASADO DECIDÍ CAMBIAR DE RUMBO



Desde el té de la mañana hasta la crema hidratante antes de dormir, son muchos los ritos personales que hacemos a diario sin apenas esfuerzo. El miércoles pasado decidí cambiar de rumbo -no porque estuviera cansada de recorrer siempre las mismas calles, ni tampoco porque "cualquiercosa" en mi interior me pidiera hacer cambios en mi vida -, lo hice porque sí. Volvía de mi clase de Italiano. Tranquila y relajada. Tenía tiempo de sobra para estar puntualmente en en lugar donde me iba a encontrar con unos amigos (al final llegué 5 minutos tarde ). Caminaba e inconscientemente me desvié del itinerario que sigo religiosamente todos los lunes y miércoles; en un instante inspirador, ahora imposible de reproducir, comencé sentir que debía mirar hacia lo alto, desviar la mirada del frente y observar todas aquellas cosas que me había perdido durante tanto tiempo, maravillarme con las copas de los árboles, los balcones de los edificios, las luces a lo lejos,... curioso. Otro punto de vista.

No es que yo sea una persona especialmente metódica y rutinaria, -de hecho soy todo lo opuesto ya que puedo presumir de una naturaleza desastrosa, despistada e impulsiva-, pero aun así -como todos- disfruto de la seguridad que me aportan las conductas repetitivas. Si está bien así, ¿para qué cambiarlo?. 

Pese a todo, estoy convencida de que es muy importante hacer un esfuerzo y ser consciente de ello, ya que es único modo de evitar caer en la pesadez de la monotonía.

Disfrutad de lo cotidiano, pues sucede a veces que se acaba el Té Earl Grey y en el desayuno echamos de menos esa pequeña tacita que nos da las fuerzas para seguir adelante. 

jueves, 24 de noviembre de 2011

Los adoquines del zapatero




Ayer fui al zapatero. Tenía que recoger unos botines que necesitaban tapas nuevas. La visita fue bastante breve, pero me dio que pensar...

Yo: ¡Hola!, vengo a recoger unos botines. Aquellos marrones.
Z: Muy bien. Aquí tienes, con sus tapas nuevas. Además, como puedes ver, les he pintado un poco el tacón porque estaba la piel levantada.
Yo: ¡Ah! Muchisimas gracias. Estas piedras de la judería me tienen todos los zapatos de tacón rozados, son horribles...
Z: Esas piedras son las que me dan a mi de comer.
Yo: (Risa nerviosa), ¿Cuánto es entonces?
Z: ¡Cuatro euritos nada más!
Yo: Bien. Aquí está, justo. ¡Muchas gracias!, ¡Hasta luego!
Z: ¡Hasta pronto!

El otro punto de vista. La empatía. Una vez leí que la empatía es "como tratar de ponerse los zapatos de otra persona", ardua tarea si tienes los pies más grandes o más pequeños que el otro, porque te hacen daño o se te caen. Pero en cualquier caso, siempre puedes doblar la parte de atras y ponértelos a modo de chanclas, es cuestión de ingenio y voluntad.